Soy un practicante energético originario de Laos, actualmente residente en Francia.
Mi recorrido comenzó a partir de una experiencia muy personal: durante mi infancia sufrí una parálisis casi total de los miembros inferiores. Esta situación marcó profundamente mi vida, pero también me llevó a encontrar el camino de la sanación a través del Qi Gong. Fui tratado y acompañado durante años por un médico y maestro budista, quien no solo me ayudó a recuperar mi salud, sino que también me formó en esta práctica ancestral, en su modalidad budista.
Además de esta formación espiritual, estudié medicina en la Facultad de Medicina de Laos, con el deseo de unir el conocimiento científico con las tradiciones energéticas orientales. Más adelante, viajé a China, donde pasé un año en un monasterio taoísta, perfeccionando mi práctica con el enfoque taoísta del Qi Gong, centrado en la armonía con la naturaleza y la circulación interna de la energía vital.
A mi regreso, trabajé en un hospital de Laos como terapeuta de Qi Gong médico, disciplina que cuenta con reconocimiento oficial en mi país. Esta experiencia me permitió aplicar la práctica en un entorno clínico, ayudando a muchos pacientes a aliviar dolores, restaurar la movilidad y recuperar su equilibrio interno.
Desde mi llegada a Francia, he seguido dedicándome a la curación energética a través del Qi Gong, trabajando con personas de diversas culturas y necesidades. Después de la pandemia, comencé a realizar transmisiones diarias de Qi a distancia, utilizando un antiguo método tradicional. Estas sesiones han tenido un impacto muy positivo y ya han ayudado a muchas personas alrededor del mundo a reconectarse con su energía y mejorar su bienestar general.